El Espacio – Próxima Frontera
Cada año entra en nuestro planeta una tonelada de material sideral. Meteoritos de diversos tamaños que entran en la atmósfera, se funden y esparcen su contenido a lo largo y ancho de nuestro mundo. Algunas de estas rocas han traído organismos termófilos y según dice la ciencia, serían los responsables del surgimiento de algunas de las formas de vida que hoy conocemos.
En la actualidad los científicos trabajan para colonizar el espacio e instalarnos en alguno de los cuerpos celestes que vienen siendo estudiados.
Además de estudiar la Luna o Marte, se buscan sistemas que sean gemelos a la Tierra. Las estrellas Alfa centauri A y B pueden ser los próximos candidatos ya que en este sistema podría encontrarse un planeta con una superficie rica en sílice, capaz de almacenar agua.
En 2015 el presidente Obama puso en marcha un documento sobre la minería espacial. En él liberaba a las grandes corporaciones interesadas en la explotación mineral, quedando exentas de las leyes mineras de la Tierra. En el año 2020 el presidente Donald Trump liberó este plan de expansión económica a través de la explotación minera del espacio. No cabe duda que las grandes corporaciones y el capital privado en general, no pierden el tiempo en esta nueva escalada y conquista espacial. De momento, el descubrimiento del Helio-3 nos hace ver con buenos ojos la escalada espacial. Este isótopo es un elemento abundante en la luna y junto al hidrógeno podría ser la solución energética para nuestro planeta. Otros descubrimientos de interés han sido los asteroides o rocas flotantes, ricas en Litio. Un modo de obtener este codiciado mineral sin tener que acabar con los recursos de la Tierra. Como podemos ver, aquí y allá se van filtrando pequeñas informaciones de las enormes capacidades que tiene el espacio exterior.
En otro orden de cosas tenemos los viajes turísticos al espacio. Varias compañías están trabajando en los viajes recreativos y de estudio fuera de la atmósfera terrestre. Como podemos comprobar, las listas de espera son largas y este es el mejor indicador para decirnos que el espacio interesa a la gente. Otro factor de interés es la ralentización de la muerte celular y el retraso de ciertas enfermedades degenerativas. Muchas son las posibilidades que se están abriendo al estudiar el cosmos que nos rodea. De momento a los que seguimos aquí abajo, nos queda contemplar el siempre desconcertante brillo de las estrellas, trabajar la tierra obedeciendo sus leyes ancestrales, celebrar solsticios y confiar que en las próximas décadas seamos más cuidadosos con nuestro propio planeta y sus recursos. Que la conquista espacial no sea la única salida para una sociedad que se ha alejado de la fuente original que le da oxigeno, agua y alimento.