Flor de Ciruelo Japonés
En muchas culturas de la Tierra, el tambor simboliza al corazón. Este es quien marca el ritmo constante e inquebrantable de la vida. En muchas ocasiones el estrés, la angustia y las ideas pesimistas acaban inyectando adrenalina a nuestro torrente sanguíneo, agitando nuestro TAMBOR cardiaco, hasta desajustar su ritmo y con ello causar el desorden en el cuerpo físico y mental.
Esta flor trae orden al ritmo interno. Suaviza el aceleramiento y la agitación que se traducen en arritmias, taquicardias o palpitaciones.
Ayuda a recuperar el compás con la vida. Nuestro corazón late pausadamente, sin costarle vivir, con orden y agradece.
Lo que más desea el corazón es seguir viendo amaneceres.
1 Comentario
Gracias, estoy aprendiendo a sentir las flores con más conocimiento.