Los vegetales, fuente de inspiración
Hace años el Doctor Olza me invitó a visitar el laboratorio en el que trabajaba. Se trataba de una gran multinacional farmacéutica donde entraban camiones cargados de fardos de plantas de varias toneladas. Ante mi sorpresa, le pregunté por la finalidad de aquellos vegetales. Él me respondió que se empleaban para la elaboración de anticonceptivos orales.
El Barbasco (dioscórea) es un tubérculo que marcó el inicio de la píldora anticonceptiva. A comienzos del siglo XX la ciencia centraba sus investigaciones en la extracción y reproducción de hormonas a través del colesterol contenido en la médula de algunos animales. También se obtenían de la orina de mujeres embarazas. Finalmente, el químico estadounidense Russell Marker replicó estas mismas hormonas obteniéndolas de fuentes vegetales.
Sus modelos de inspiración fueron la Zarzaparrilla, Lila, Lirio, Espárrago, Barbasco y la Yuca o Mandioca. Un modo no agresivo que daría solución a la demanda mundial de Progesterona.
Todavía hoy en día muchos pueblos conocen el empleo de ciertas plantas con fines anticonceptivos. La mayoría de las veces lo emplean personas que no deben quedar embarazadas por problemas de salud. Culturalmente los pueblos originarios de la Tierra entienden que tener una gran familia es un signo de felicidad y abundancia. Por este motivo, el empleo de remedios naturales que impiden el embarazo es motivo de tristeza por parte de las mujeres que deben abstenerse de tener hijos por motivos de salud.