La nutrición Ancestral
Dicen que la nutrición de los pueblos no debe ser un negocio. Esto por desgracia no sucede así. Muy a pesar de los esfuerzos de investigadores y estudiosos de universidades como la de Coímbra, Siracusa, Alemania, comisionado del tribunal supremo de la india, organismo mundial de los pueblos nómadas y muchas otras instituciones internacionales de reconocido prestigio, todo acaba resumido en poder, dinero y control. Es una pena, pero es la cruda realidad.
Miles de años de evolución agrícola y ganadera para alcanzar las mejores variedades de semillas y de repente en las ultimas décadas todo el mundo se convierte en intolerante al gluten y a la lactosa. Que raro suena esto. Lo que salta a la luz de los acontecimientos es que a mayor número de manipulaciones genéticas en animales y en la explotación agraria, cada vez mas miembros de nuestra sociedad están enfermos. Creo fielmente que los avances tecnológicos nos han traído mejoras muy importantes y nada despreciables. Sin embargo la modificación de los genes a los cuales les ha llevado miles de años evolucionar y la carrera por las patentes y la propiedad en el ámbito de las semillas, nos hacen reflexionar si este modelo de agricultura y ganadería que nos imponen será realmente duradero y por supuesto sostenible.
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Por otro lado nos preguntamos ¿por que se prohíbe, persigue o dificulta su labor a quienes siguen sus practicas agrícolas tradicionales?
Evidentemente en la actualidad contamos con tecnologías patentadas que están por venir y que van a cambiar el panorama mundial en la producción de alimentos. No podemos darle la espalda a los grandes avances tecnológicos. La creación de alimentos 3D, el cultivo hidropónico, los bancos de semillas en caso de guerras mundiales, liofilización, extractos de alimentos e incluso la globalización de productos son ya una realidad con la cual convivimos.
Todo apunta a que la conservación e intercambio de semillas y saberes tradicionales va a resultar muy importante en los próximos tiempos. El éxodo al campo y la vuelta a la naturaleza no va a ser una realidad para todo el mundo. Sin embargo hay movimientos de autoconsumo, huertos urbanos comunitarios, producción de alimentos y plantas en balcones, tejados y terrazas. Esto es propio de la inquietud de personas que sienten esa búsqueda y crean espacios naturales con la finalidad de saber lo que comen e incluso no desconectarse de su raíz ancestral agrícola. Realmente es una paradoja. Por un lado el mundo actual viene cargado de tecnología ofreciéndonos alimentos sofisticados de fácil elaboración. Por otro lado un nutrido grupo de personas que apuestan por la creación de su propia huerta o que tratan directamente con quien produce sus alimentos, evitando de este modo a los intermediarios.
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Dos líneas sociales muy bien definidas entre los que producen para los que consumen y los que consumen aquello que producen. Un grupo que se abastece de lo que el gran mercado le ofrece y otro grupo que trata de ingeniárselas para vivir de lo que el mismo produce. Hace años pensaría que esto era un poco hippie, sin embargo en la actualidad el consumo consciente es una realidad. Si no produces alimentos, tampoco resultará difícil encontrar quien los produzca en cercanía. Cooperativas, productores y grupos de consumo que cumplen un papel fundamental ya que ellos ayudan a conservan la actividad en la tierra, conservando sus semillas autóctonas y los espacios naturales. Gracias a este tipo de iniciativas se mueven muchas personas interesadas y apasionadas por el huerto y la jardinería. Se crean pequeñas comunidades de economía solidaria que ayudan a productores y consumidores. Al final de cuentas todo el mundo está sobrecargado de impuestos, facturas y con dificultad se llega a final de mes.
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Es por eso que muchas personas no consiguen alimentarse bien y acaban comprando lo mas barato y de peor calidad. Alimentarse de verduras, legumbres, cereales y frutas no debería ser algo caro. Algunos de los artículos que no somos capaces de producir, podemos obtenerlos a través de estos canales de comercio que favorecen a todos. Debemos recordar que no hay escasez de alimentos por mas que nos lo estén siempre diciendo en los medios de comunicación. Existe comida para todos. De hecho cada año se desechan miles de toneladas de alimentos por no haber alcanzado un precio justo según el mercado. Creo que este año, nuestro mundo o buena parte de el, ha percibido la importancia que tiene el abastecimiento. Lo prioritario de tener varios canales de los cuales abastecernos en las necesidades mas básicas. Lo fácil que puede resultar tener unos tomates en unas macetas en el balcón de casa o unos tiestos en la cocina con algunas hierbas Aromaticas con las que preparar una infusión.
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Este tiempo que todos hemos vivido, nos ha dado espacio para la reflexión. Ver donde nos encontramos ante la llegada de nuevas sorpresas y posicionarnos en aquello que podemos hacer conforme nuestras posibilidades.